Paloma Toranzos
Jefa de Programa Medio Ambiente y Desarrollo-PNUD
La Asamblea General de Naciones Unidas (AGNU) dio comienzo el 2021 al Decenio de los Océanos (2021–2030), en el cual se buscará estimular la ciencia del océano y la generación de conocimientos para revertir el deterioro del estado del sistema oceánico y catalizar nuevas oportunidades para el desarrollo sostenible de este enorme ecosistema marino. Igualmente, la AGNU, declaró el 2022 el Año Internacional de la Pesca y la Acuicultura Artesanales, como una forma de crear consciencia sobre la importancia de la pesca y acuicultura artesanal, y destacar el importante papel que tienen estas actividades para los sistemas alimentarios, medios de vida, cultura y medio ambiente.
En este marco mundial comenzó a implementarse el Proyecto Humboldt II entre Chile y Perú, el cual es ejecutado por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (SUBPESCA) y el Viceministerio de Pesca y Acuicultura (VMPA-PRODUCE) e implementado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con cofinanciamiento del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF). El Proyecto Humboldt II, que tiene una duración de cinco años, busca catalizar la implementación de un Programa de Acción Estratégico (PAE) aprobado por ambos países, y cuya visión es “un gran ecosistema marino de la corriente de Humboldt saludable, productivo y resiliente, mediante una gestión con enfoque ecosistémico que garantiza la conservación y el uso sostenible de sus bienes y servicios en beneficio de sus pueblos”.
El desafío que Chile y Perú se han propuesto en relación al ecosistema de la corriente de Humboldt es grande, y su logro deberá pavimentarse sobre la base de la voluntad política y la colaboración binacional y multisectorial en primera instancia, pero también sobre los ejes de (i) la ciencia como insumo vinculante del manejo pesquero; (ii) el enfoque ecosistémico en la administración de pesquerías; (iii) las áreas marinas protegidas como un instrumento clave para la conservación de la biodiversidad; (iv) la planificación espacial marina como un mecanismo para articular los múltiples usos e intereses sobre los espacios costeros y marinos; (v) la noción de que la pesca es una actividad de naturaleza diversa, compleja y dinámica y por lo tanto la diversificación de las actividades post captura son de especial atención para promoción de los medios de vida, la seguridad alimentaria y la resiliencia del sector; y (vi) la inclusión efectiva de las mujeres en las políticas pesqueras y de conservación marina. En efecto, éstos son los ejes sobre los que se desarrollará el Proyecto Humboldt II.
El marco global es propicio para el desarrollo del Proyecto Humboldt II. Sin embargo, no se deben soslayar otras circunstancias globales, regionales y nacionales que hacen la tarea más compleja aún. Los impactos de la pandemia COVID19 son evidentes en la forma de relacionarnos y han producido efectos, aún por entender, en los tejidos sociales; la variabilidad y el cambio climático han puesto un sentido de urgencia para revertir o adaptarse a las serias consecuencias sobre los sistemas oceánicos; y, las circunstancias políticas han llevado a los países a considerar nuevas formas de gobernanza, lo cual aplica también a la gobernanza pesquera.
Desde el PNUD hemos podido constatar, en los primeros meses de inicio del proyecto, un gran interés y ánimo colaborativo de todas las instituciones y personas que participan en el mismo. Así ha quedado de manifiesto en el taller binacional de inicio realizado de manera virtual en febrero de 2022, y en los eventos de lanzamiento realizados en Chile y Perú en junio y julio, respectivamente, donde se contó con la presencia de más 270 personas, de las cuales un 34% fueron mujeres.
Sumado a lo anterior, recientemente se sostuvo la primera reunión del Comité Técnico del proyecto, donde se avanzó en la configuración de las reglas de operación de instancias claves para el desarrollo del proyecto, como son el propio Comité Técnico y el Subcomité de Coordinación Científico Técnica del stock compartido de anchoveta. En paralelo, se ha avanzado en la implementación de consultorías que el proyecto requiere; se visitaron los sitios pilotos en Chile; se está apoyando la participación de científicos chilenos y peruanos en la Conferencia sobre los Sistemas de Afloramiento de Borde Oriental (EBUS), que se realizará en septiembre de este año en Lima; se han establecido alianzas para la implementación de actividades del proyecto; y se ha comenzado la creación del sitio web del proyecto y redes sociales como principal herramienta de comunicación y difusión.
El Proyecto Humboldt II ya zarpó y se encuentra navegando, pero aún queda un largo rumbo por recorrer. La voluntad política de las autoridades; calidad profesional de los investigadores y servidores públicos; y, el interés y receptividad de las comunidades locales donde interviene el proyecto, auguran el arribo a las metas que el proyecto se ha propuesto, y por consiguiente un sustantivo aporte de Chile y Perú al cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible en el Decenio de los Océanos.