Perú es uno de los principales productores mundiales de anchoveta, un recurso rico en nutrientes que podría desempeñar un papel clave en la seguridad alimentaria del país. Sin embargo, a pesar de esta abundante fuente de proteínas y omega-3, la mayor parte de la producción se destina a la fabricación de harina y aceite de pescado, con poco impacto en la nutrición de la población peruana. Entre 2021 y 2023, se desembarcó en Perú un promedio de 81 mil toneladas de anchoveta para consumo humano directo (CHD), lo que representa apenas el 54% de la cuota total permitida para CHD, por el Ministerio de la Producción (PRODUCE).
Esta paradoja subraya la necesidad de optimizar el uso de los recursos marinos para combatir la malnutrición y mejorar la dieta de millones de personas, especialmente en comunidades vulnerables con acceso limitado a alimentos nutritivos.
Fortaleciendo la cadena de valor de la anchoveta para su consumo humano
Desde el Proyecto Humboldt II, una iniciativa binacional liderada por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de Chile y el Viceministerio de Pesca y Acuicultura de Perú, e implementada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con cofinanciamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés), se está trabajando en colaboración con el Programa Nacional ‘A Comer Pescado’ para fortalecer la cadena de valor del consumo humano directo de anchoveta en la mancomunidad Regional de los Andes.
En ese marco, el jueves 5 de setiembre se desarrolló un taller con los actores vinculados a dicha cadena de valor para presentar una estrategia destinada a fortalecerla. El taller tuvo como objetivo identificar iniciativas de negocio que aporten valor agregado a la anchoveta, socializar la estrategia y generar condiciones habilitantes para conformar un grupo público-privado que impulse su implementación a corto, mediano y largo plazo.
David Humberto Mendoza Ramírez, director general de la Dirección General de Pesca Artesanal del Ministerio de la Producción, destacó el compromiso del Ministerio de impulsar cadenas de valor, como la de la anchoveta, que contribuyan a la seguridad alimentaria y a la reducción de la anemia y la desnutrición.
“La Mancomunidad Regional de los Andes está compuesta por departamentos que enfrentan grandes desafíos, como la reducción de la pobreza y la desnutrición infantil. En este contexto, la estrategia presentada se convierte en un instrumento clave para fomentar el acceso y consumo de anchoveta, un alimento altamente nutritivo que puede contribuir significativamente a mejorar la seguridad alimentaria en estas regiones.”
Por su parte, Miguel Maldonado, coordinador nacional del Proyecto Humboldt II, mencionó que, a través del Componente de Diversificación Productiva, se está promoviendo el desarrollo de productos pesqueros con valor agregado y la diversificación de actividades productivas, para que los pescadores puedan acceder a otras fuentes de ingresos y reducir su dependencia de los productos marinos.
“El Proyecto tiene como recurso priorizado a la anchoveta, un recurso abundante en el ecosistema de Humboldt que, aunque se destina principalmente a la producción de harina y aceite de pescado, podría desempeñar un papel clave en la nutrición del país. En un país donde persisten problemas de desnutrición, es crucial fomentar su consumo”, indicó.
Desafíos Claves
A pesar del potencial significativo de la anchoveta como recurso altamente nutritivo y su importancia en la cadena de valor para el consumo humano directo (CHD), diversos problemas han limitado su efectividad en mejorar la seguridad alimentaria y nutricional en Perú.
Estos problemas se extienden desde la pesca hasta el consumo final e incluyen el desvío del recurso hacia la producción de harina de pescado principalmente, la ruptura de la cadena de frío, la falta de fiscalización y control, así como deficiencias en infraestructura, logística, investigación y desarrollo. Además, las percepciones negativas sobre el consumo de anchoveta y la falta de estrategias de mercadeo contribuyen a un aprovechamiento subóptimo de este valioso recurso. La comprensión de estos problemas es crucial para abordar las barreras que impiden que la anchoveta cumpla su potencial como una solución efectiva para los problemas de desnutrición en el país.
Desarrollo de una estrategia integral
A través de un proceso participativo promovido por el proyecto Humboldt II en seis regiones del país, se facilitó la socialización del diagnóstico y la co-creación de la estrategia. Estos talleres fomentaron la colaboración activa de diversos actores y la integración de sus perspectivas en el diseño de una solución integral para mejorar la cadena de valor de la anchoveta para consumo humano directo.
La estrategia presentada en el taller se fundamenta en cinco dimensiones clave: infraestructura y equipo, cadena de producción, institucional y normativa, innovación, y consumo. Cada dimensión aborda problemas específicos; por ejemplo, la ruptura de la cadena de frío involucra tanto aspectos de infraestructura como de regulación. Implementar una estrategia holística que contemple estas dimensiones permitirá abordar los problemas de manera eficaz, optimizando el aprovechamiento de la anchoveta y fortaleciendo su impacto en la seguridad alimentaria.
Fortaleciendo el Rol de las Empresas en la Cadena de Valor de la Anchoveta
Como parte del evento, se destacó la contribución crucial de las empresas en la cadena de valor de la anchoveta. Diversas empresas expusieron sus productos de anchoveta para CHD, subrayando los retos y aprendizajes en su elaboración. Además, las empresas e iniciativas aliadas del Programa Nacional ‘A Comer Pescado’ (PNACP) ofrecieron una visión integral al presentar sus productos y compartir sus experiencias, resaltando cómo sus esfuerzos contribuyen al fortalecimiento de la cadena de valor y a la optimización del consumo de anchoveta.
El taller también incluyó un espacio para la degustación de productos elaborados a base de anchoveta para CHD, permitiendo a los participantes experimentar de primera mano la calidad y variedad de estos productos. La jornada culminó con un momento de networking, en el que empresas, actores, el PNACP y el PNUD, intercambiaron ideas y establecieron conexiones clave para impulsar la implementación de la estrategia propuesta. Este intercambio promovió la colaboración y el fortalecimiento de alianzas, destacando el papel esencial de la empresa privada en mejorar la cadena de valor de la anchoveta y maximizar su contribución a la seguridad alimentaria.
Fabián de la Puente, director ejecutivo del Programa Nacional ‘A Comer Pescado’ (PNAC), cerró el evento y mencionó “Desde el PNAC reafirmamos nuestro firme compromiso de seguir impulsando iniciativas y articulando esfuerzos para que la anchoveta, un recurso clave para la alimentación saludable, llegue a más hogares, ampliando su distribución y presencia en los mercados, especialmente en los departamentos que conforman la Mancomunidad Regional de los Andes”.